jueves, 11 de junio de 2009

EL MUNDO ENTRE EN GUERRAS

EL MUNDO ENTRE EN GUERRAS
Una vez terminada la Primera Guerra Mundial, la prioridad de los países que intervinieron en ella, y que se vieron más afectados, fue la reconstrucción de su vida socioeconómica. Las vías para su consecución fueron diferentes. El grupo de la Entente, primordialmente Gran Bretaña y Francia, requería de fuertes inversiones monetarias pues su territorio había sufrido directamente los estragos de las guerras.
Otra modificación sustancial, derivada de la guerra, se presentaba pues de 1918 en adelante se observó la supremacía de los Estados Unidos, en el ámbito industrial y comercial.
RECUPERACIÓN ECONÓMICA EUROPEA
La ineludible e importante tarea que debía llevarse a cabo en 1919 era establecer un orden internacional en un mundo consternado por lo ocurrido y necesitado de encontrar respuestas a las contradicciones que aún se vivían: molestia entre los países vencidos, a premios económicos e ideológicos entre los países vencedores en Europa y la manifiesta superioridad de una economía que se expandía irrefrenablemente, la de los Estados Unidos. La Liga o Sociedad de las Naciones intentaba erigirse como un centro desde el cual se impulsaran medidas pacifistas para dirimir conflictos y promover una que otra normativa para la coexistencia internacional.
En efecto, si bien el Tratado de Versalles, en el artículo 231 señalaba a Alemania como la culpable de la guerra, esta potencia no aceptaba tal resolución.
Para inicios de 1921 se estableció la cantidad de 55000 millones de dólares pero, para 1931 el presidente de los Estados Unidos pidió un año de moratoria.
ALEMANIA
Para Alemania los resultados de la guerra fueron desastrosos al señalársele responsable de la guerra y sentenciarla a pagar reparaciones que difícilmente podría cubrir.
Estados Unidos se involucro en un proyecto de ayuda a Alemania para que pudieran hacer frente sus compromisos. Para noviembre de 1923, ingleses y estadounidenses se reunieron y aceptaron la propuesta del norteamericano Charles.
El “Plan Dewes”, aceptado para 1924, proponía el pago de los alemanes en periodos anuales pero, cada cinco años la cifra se incrementaría hasta cubrir 2 billones 500 mil marcos de oro. Lo más importante fue que Alemania recibiría un crédito de 800 millones de marco de oro para impulsar su recuperación.
FRANCIA
Sobre territorio francés la vida era diferente, especialmente porque en él se habían escenificado cruentas batallas durante la Primera Guerra Mundial y porque su recuperación económica dependía de los capitales norteamericanos y, en un porcentaje significativo, de las reparaciones alemanas.
Los problemas que la guerra acarreó para Francia no solo fueron económicos sino también políticos. La economía había caído en una profunda crisis por el incremento de su deuda pública. Derivada de las erogaciones bélicas y de que Alemania no pagaba las reparaciones.
INGLATERRA
En cuanto a la mayor potencia europea en el siglo XIX, aún resultando triunfadora en la conflagración vivida, perdió su supremacía mundial y le costo mucho aceptar tal realidad.
El imperio británico dejo de exportar sus mercancías y sus capitales con excelentes ganancias.
La guerra había requerido de cantidades extraordinarias de carbón como fuente de energía pero, poco a poco, el petróleo se había vuelto más útil y hacía menos rentable aquella industria que, además, durante la guerra elevó los salarios de sus trabajadores para mantener la creciente demanda y ahora era exigirla a mantenerlos.
ITALIA
Los italianos por su parte, también de encontraban insatisfechos ante el nuevo reparto mundial. Su mayor interés había sido incorporar, dentro de sus fronteras territorios de Dalmacia y Albania para poder incidir poderosamente sobre el mar Adriático.
La situación se tornó mas compleja cuando los obreros italianos decidieron asumir prácticas de luchas similares a las de los obreros soviéticos y decretaron huelgas para posteriormente adueñarse de las fábricas.
Las condiciones económicas-políticas de Italia le fueron propicias a Mussolini para aglutinar las expectativas de diversos grupos, en varios casos hasta antagonistas: militares defraudados, campesinos hambrientos, dueños de fábricas temerosos de ser desplazados, obreros nacionalistas, intelectuales activos, jóvenes desesperados por la falta de un futuro prometedor y más.
Un periodo de agitación social sobrevino en la península, sobre todo entre los trabajadores y los campesinos, que era abonado por las ideas socialistas y los recursos financieros de Moscú.
La respuesta de los comunistas fue violenta y asesinaron algunos fascistas.
Para 1922, y tras una verdadera y cruenta guerra civil, los fascistas se habían organizado como un grupo de choque para amedrentar a los obreros, burócratas, campesinos y jóvenes que no se aliaban a ellos y recibieron el apoyo de los grupos económicamente poderosos.
Historia Universal Contemporánea
Compañia Editorial Nueva Imagen S.A. de C.V.
Mirna Alicia Benítez Juárez y Roberto Yerena Cerdán

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